Alfonso Fraile. Obra 1960-1987

20 octubre, 1998 - 11 enero, 1999 /
Edificio Sabatini, Planta 3
Vista de sala de la exposición. Alfonso Fraile. Obra 1960-1987, 1998
Vista de sala de la exposición. Alfonso Fraile. Obra 1960-1987, 1998

Esta exposición, compuesta por cincuenta y seis pinturas y dibujos de grades dimensiones, significa una aproximación a la obra de Alfonso Fraile (Marchena, Sevilla, 1930 - Madrid, 1988). La muestra aborda el periodo entre 1960 y 1987, época en el que participa en la recuperación de la pintura figurativa y es reconocido como uno de sus máximos representantes. No obstante, su carrera se inicia años antes, tras su paso por la Academia de Bellas Artes de San Fernando y las enseñanzas de Daniel Vázquez Díaz, con obras que responden a una estética Post-cubista. De ahí arranca la importancia que concede a la estructuración del espacio en sus primeras figuraciones, que se convierte en una de sus señas características, como se advierte en Adolescentes y una mano (1977).

La aventura neofigurativa en la que Fraile participa a mediados de los años sesenta supone el punto de partida de toda su trayectoria posterior. En el panorama español de ese momento todavía pervive la corriente del Informalismo, lírico y gestual, pero surgen nuevos grupos (Escuela de Zaragoza, Castilla 63, Equipo Realidad). En ellos conviven la actitud social y política con los lenguajes modernos y la figuración. Al tiempo, toma fuerza una corriente figurativa de carácter internacional que participa tanto del fenómeno del Arte Pop como de Nouvelles Réalités y que tiene sus máximos exponentes en Eduardo Arroyo, Alfredo Alcaín, Equipo Crónica, Luis Gordillo y también Alfonso Fraile. Hacia 1964, Fraile se adscribe al grupo Nuevo Espacialismo Español, formulado por el crítico Venancio Sánchez Marín, junto a José Vento, Ángel Medina y Julio Martín-Caro. En ese momento su pintura evoluciona hacia una caligrafía más ágil, que participa de los contenidos irónicos de dichos dibujos, “siempre oscilante entre el sarcasmo y la tragedia”, en palabras de Paloma Esteban, comisaria de la exposición.

Su pintura -dominada por rostros, retratos y figuras- se basa en una búsqueda de equilibrio entre formas y espacio, ya sea a través de catálogos de caras como en 80 personajes, nº 7 (1976) o tipos en los que duplica, triplica o superpone soluciones formales posibles como en Trío de seis (1985), donde insiste en muchos casos en la acumulación de gestos y posturas. Estilísticamente, Fraile no rechaza la técnica automática del Informalismo -también por vía del Surrealismo, que utiliza en Cortesana (1977) y Señorita (1980)- sin renunciar por ello a la voluntad representativa. De este modo, concilia los principios del análisis con los códigos automáticos, que dan como resultado “la objetivación del impulso subjetivo”, al decir del crítico Pablo Azpeitia.

En la última sala de la exposición se muestran obras de los años finales, reflejo de la biografía del artista. Aunque no abandona sus constantes estilísticas de fondos neutros, colores claros y ejecución minuciosa, los protagonistas de sus pinturas son seres individuales, caricaturescos y casi deformes. En obras como De negro (1986), Sentada a la una, (1986) y Olimpia Jones (1987) transmite aislamiento y marginalidad, al recurrir a ciertas notas expresionistas.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisariado: 
Paloma Esteban