Bajo la ecuación “cultura + industria = diseño”, Diseño industrial en España pretende, por un lado, transmitir la importancia de una disciplina que además de dar respuesta a las demandas de consumo y a las estrategias de mercado, constituye el reflejo de la sociedad posindustrial. Además, la exposición busca ofrecer una visión de conjunto de la evolución del diseño industrial en el panorama nacional a lo largo de todo el siglo XX.
Esta muestra hilvana un discurso histórico basado en las cualidades de los productos que han marcado la historia del país, que se distinguen por su calidad conceptual o material y aportan respuestas inéditas u originales. La exposición se compone de una selección de 350 piezas, organizadas en orden cronológico y con algunos anexos temáticos (el mobiliario urbano, los grandes vehículos o la frontera con el arte) que se añaden con la intención de evitar la simple presentación de un repertorio sin más.
La cronología establecida, que a su vez estructura el recorrido y el diseño museográfico, se divide en cinco etapas: Antecedentes y protodiseño (1900-1929), Primeras propuestas (1930-1959), Nacimiento y desarrollo (1960-1979), El boom del diseño español (1980-1989) y Normalización e internacionalización (años 90). De este modo, se establece una continuidad de nombres y obras que arranca con Antonio Gaudí y la práctica del diseño artesanal. La siguiente fase la constituyen los años treinta, con la autonomía del proceso de fabricación como diseño industrial, repleto de contaminaciones conceptuales y estéticas procedentes de la vanguardia europea y el Movimiento Moderno Internacional. El GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea) es el principal difusor de las ideas del diseño moderno y crea: diversas vías como la revista AC, la tienda MIDVA (Mobles i decoració per a la vivenda actual) (Muebles y decoración para la vivienda actual) y sirve de ejemplo para industriales y fabricantes.
La formalización del diseño se inicia en España en la segunda mitad de los años cincuenta, gracias al propicio panorama económico tras el fin de la autarquía, además de por la existencia de un grupo de impulsores concienciados de la importancia de la disciplina. Es el momento de SEDI (Sociedad de Estudios de Diseño Industrial, Madrid, 1957) y de IDIB (Instituto de Diseño Industrial de Barcelona, 1957) -que da lugar a FAD (Foment de les arts i del disseny) (Fomento de las artes y del diseño) y ADI FAD (Associació de Disney industrial) (Asociación de diseño industrial) posteriormente, la Agrupación de Diseño Industrial-, donde confluyen destacados arquitectos, diseñadores e industriales del momento. También se funda entonces Elisava (Barcelona, 1961), la primera escuela en España dedicada al diseño industrial, y de la que en 1967 surge la Escuela Eina. Tras años de experimentación en la década de 1970 y de ciertos excesos en la década de 1980, en los noventa la industria busca un elemento de diferenciación basado en el ingenio y el ahorro, con una estética más minimalista y tradicional. Como contrapunto, el diseño de exhibición o experimental se refugia en los ámbitos artísticos. A este respecto, la exposición también incluye un apartado dedicado a los diseños no industriales realizados por artistas, que ponen de manifiesto las estrechas relaciones entre arte y el diseño.
Datos de la exposición
Museu de les Arts Decoratives, Barcelona (28 octubre - 10 enero, 1998-99); Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Sevilla (20 mayo - 31 agosto, 1999)
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