Joan Miró. Colecciones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

25 septiembre, 2003 - 11 enero, 2004 /
Sala de la Fundación Telefónica, (Santiago de Chile, Chile)
Joan Miró. Femme sur la place d'un cimetière (Mujer en la plaza de un cementerio), 1981-1983. Escultura. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid
Joan Miró. Femme sur la place d'un cimetière (Mujer en la plaza de un cementerio), 1981-1983. Escultura. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid

La personal asunción del Surrealismo por parte de Joan Miró (Barcelona, 1893 – Palma de Mallorca, 1983), unida a su original concepción de la Abstracción, lo convierten en un ejemplo único de creación. A pesar de considerarse un pintor, Miró demuestra su genialidad también a través de su extensa producción en escultura y grabado, lo que le lleva a ser clasificado como uno de los artistas más relevantes del siglo XX.

Esta exposición presenta una cuidada selección de sus obras en la Sala de Arte Fundación Telefónica de Santiago de Chile, lugar al que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía lleva en 2002 las creaciones de los artistas abstractos españoles en Abstracciones 1955-2002. También en esa misma sala, el Museo Reina Sofía expone un año antes una muestra de la serie de poemas pintados Salle XIV de Vicente Huidobro, artista chileno fundamental en la génesis del Ultraísmo y amigo de Miró en el París de los años veinte y treinta.

El conjunto de obras expuesto pertenece a los fondos del Museo Reina Sofía y abarca de 1935 a 1981, dos años antes de su muerte. Este periodo comienza con el interés de Miró por el objeto, que le lleva a realizar collages y esculturas surrealistas. La muestra aborda hasta la última etapa, donde el Informalismo y la Abstracción se encuentran con los grandes formatos.

Las piezas representan tres de las disciplinas predominantes en la obra de Miró: la pintura, la escultura y el grabado. Los seis lienzos exhibidos −Tête d’homme (1935), Peinture (1949), Peinture (1950), La danse des coquelicots (1973), Personnage, oiseaux (1974) y Paysage (1976)− trazan una línea; desde el deseo de “asesinar la pintura”, en palabras del propio artista, hasta el dominio de la composición y el color de sus últimas obras.

De su producción en tres dimensiones se muestran dos líneas de trabajo, una que recoge su acercamiento al mundo de la cerámica a través de Josep Llorens Artigas como Femme dans la nuit (1967) y Femme (1968) y otra en relación con el Surrealismo, donde construye mediante objetos de desecho como base, como se aprecia en Torse de femme (1967).

Por último, se presentan treinta obras realizadas con las técnicas del aguafuerte, aguatinta y litografía, entre las que se encuentran las series Trazado sobre la pared (1967-1968) y Archipiélago salvaje (1970). El grabado constituye para Miró un campo de experimentación y descubrimiento, por lo que se forma en algunos de los mejores talleres, como el Atelier 17 en Nueva York con William Hayter o el taller de Lacourière en París. Su dominio de la técnica le permite experimentar más allá de los procedimientos ortodoxos y de los soportes tradicionales.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisariado: 
María José Salazar
Itinerario: 

Palacio Nacional de Cultura NDK, Sofía (11 mayo - 20 junio, 2004); Museo de Bellas Artes de Budapest (6 julio - 30 septiembre, 2004)

Artistas: