15 marzo - 6 junio, 1994 /

Edificio Sabatini, Planta 4

Vista de sala de la exposición. Joseph Beuys , 1994 — Vista de sala de la exposición. *Joseph Beuys* , 1994

Presentado como caminante, nómada y chamán -en tanto que persona capaz de transitar por las distintas esferas en las que tiene lugar la vida del hombre (cielo, tierra y subsuelo)- Joseph Beuys (Krefeld, 1921 - Dusseldorf, 1986) defiende una naturaleza catártica del arte,sustentado en los principios de sufrimiento, muerte y renacimiento. En la segunda mitad de los años cuarenta, Beuys irrumpe en el panorama artístico europeo y emprende un proyecto en el que cuestiona el papel de la creatividad, del arte y del artista en la era del socialismo real postcapitalista y postsocialista. Para ello formula la noción del hombre-creador y reivindica como vía necesaria para la consecución y reconocimiento del hombre libre en un mundo libre el principio de plástica social.

La exposición, un recorrido por sus cuarenta años de trayectoria artística, se compone de más de medio centenar de esculturas e instalaciones y de las cuatrocientas cincuenta y seis láminas que conforman The secret block for a secret person in Ireland (1945-1976), un álbum que recoge su obra dibujística en la que desarrolla su lenguaje poético y su visión alegórica del mundo. Además, se exponen dieciséis de sus trabajos en vitrinas: cajas de cristal que reúnen objetos heterogéneos y en relativo desorden, que remiten a la memoria y al tiempo y que llenan el espacio de energía y tensión, chocando belleza y suciedad, vida espiritual y visión fenomenológica. En estos trabajos se advierte el principio pretendido por el artista de que todo es escultura, por el que equipara escultura con pensar, dado que ambos conceptos constituyen un proceso creativo por el cual se logra dar forma a una idea. En este punto cabe recordar la importancia que Beuys concede a la expresión oral como forma de expresión equivalente dentro de su obra total, y que desarrolla tanto en su faceta como profesor en la Academia de Bellas Artes de Dusseldorf, en sus acciones, seminarios e intervenciones en la Documenta en los años setenta o desde la FIU (Universidad Internacional Libre) por él fundada.

El conjunto de obras presentes ilustran el imaginario y la iconografía elaborada por Beuys durante su carrera, donde el vocabulario de origen científico y con vocación espiritual encuentra su correspondencia en los materiales, signos y utensilios que dominan en su trabajo. Así, fundamenta la plástica social en la unión del polo de la fuerza (calor/energía/caos) con el de la orientación (forma/frío/orden), los cuales se encarnan respectivamente en la grasa y el fieltro: Silla grasienta (1964-1965), Fondo VII/2 (1967-1984) y Monumento al ciervo para George Maciunas. (1982). A estos se unen otros recurrentes como los animales, cruces, el cobre, pizarras escolares o los instrumentos musicales, tal como se puede apreciar en Fuerzas de orientación (1974-1977) o en Infiltración homogénea para violonchelo (1967-1985). Estos materiales marcados por su carácter no artístico junto con los procesos plásticos -muchos de ellos caracterizados por su flexibilidad, maleabilidad y su naturaleza aislante- proponen una nueva consideración del arte y de la participación del espectador que queda patente en obras como Plight (1985). Por otro lado, y sin considerarse un artista Fluxus, aunque participó en algunos de sus encuentros, con ellos comparte la voluntad de disolución de fronteras en toda disciplina artística, además de insistir en el binomio arte vida para llegar a su unicidad.