Mata Mua: Paul Gauguin (1848-1903)

16 junio - 24 julio, 1989 /
Edificio Sabatini, Planta 1, Sala de Protocolo
Paul Gauguin. Mata Mua (Erase una vez),1892. Óleo sobre lienzo. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
Paul Gauguin. Mata Mua (Erase una vez),1892. Óleo sobre lienzo. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid

El Centro de Arte Reina Sofía ha sido el sitio elegido por el barón Hans Heinrich Thyssen-Bonemisza para mostrar al público una de sus últimas adquisiciones: el cuadro titulado Mata Mua (Autrefois) de Paul Gauguin (París, 1848 - Atuona, Polinesia Francesa, 1903).

El pintor francés se fue a Tahití en junio de 1891, buscando la inspiración artística en los pueblos primitivos, al margen de la civilización occidental tal y como el propio artista afirmó el pronunciar su famosa frase “Je veux aller chez les sauvages” (quiero irme con los salvajes). Esta primera estancia en la isla se prolongaría hasta julio de 1893. Durante ese período, Gauguin pintó Mata Mua (Autrefois) en diciembre de 1892, tras haber experimentado que el paraíso perdido que fue buscando no existía como tal. En el título de la obra, la palabra autrefois -antaño en español- alude nostálgicamente a un pasado glorioso cuya esencia se encontraba para Gauguin, como para otros tantos artistas, representada por el arte primitivo.

El cuadro, un óleo sobre lienzo de noventa y un centímetros de alto y sesenta y nueve de ancho, tiene escrito en su esquina inferior izquierda su título en una transcripción aproximada a la pronunciación francesa del lenguaje tahitiano. En él se encuentra representado un paisaje de Tahití compuesto por un árbol que ocupa el centro de la composición en la que se puede ver en el primer plano dos mujeres maorís sentadas, una tocando la flauta y la otra escuchando. Detrás de ellas, Gauguin ha pintado una estatua sedente de Hina -la diosa de la luna y rival del dios del sol, llamado Oro- en torno a la cual danzan otras tres mujeres ataviadas con vestidos azules y blancos. Al fondo se ve una montaña rosa que se eleva por encima de los árboles.

Una de las peculiaridades de esta obra es que la escena es producto de la ficción de Gauguin, la historia de Hina forma parte de su imaginación, al igual que la forma de la estatua que no existiría como tal, sino que habría sido inspirada por diversas fuentes.

Mata Mua fue expuesto por primera vez en la individual de Gauguin en la galería de Durand-Ruel en 1893. En la venta de 1895 realizada en el Hotel Drouot -gracias a la cual Gauguin pudo emprender su segundo y definitivo viaje a Oceanía- fue uno de los cuadros que fueron vendidos pero solo aparentemente, pues fue el propio artista, a través de un intermediario, el que pujó por él. Tres años después de la muerte del pintor el cuadro figuró entre los suyos expuestos en el Salon d’Automne de París. Tras esta aparición el cuadro pasó por diversas galerías y colecciones.

El 10 de mayo de 1989 el barón Thyssen-Bornemisza adquiere Mata Mua en la subasta de Sotheby’s Nueva York. Tan solo cinco años antes, el barón había comprado esta misma obra, aunque en aquella ocasión lo hizo a medias con su amigo y coleccionista boliviano Ortiz Patino, tras un acuerdo provisional entre ambos por el cual cada uno de ellos tendría la obra durante dos años y medio.

Pasados los cinco años tenían que llegar a una solución: o uno compraba la parte del otro o lo sacaban en subasta. Ortiz Patino rechazó la oferta realizada por el barón Thyssen, tras lo cual este decidió adquirirlo en la subasta. De los 3.800.000 dólares que les costó cuando lo compraron en conjunto, ahora la obra había alcanzado los 24.200.000 dólares, precio final por el que la obra pasó finalmente a formar parte de la Colección Thyssen-Bornemisza.

Durante prácticamente un mes esta emblemática obra de Gauguin se expone en la Sala de Protocolo del Centro de Arte Reina Sofía.

Datos de la exposición

Organización: 
Dirección General de Bellas Artes y Archivos
Artistas:
Paul Gauguin