Matta

24 abril - 21 junio, 1999 /
Edificio Sabatini, Planta 1
Roberto Matta. Munda y desnuda, la libetad contra la opresión, 1986. Pintura. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid
Roberto Matta. Munda y desnuda, la libetad contra la opresión, 1986. Pintura. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid

Esta exposición recorre la trayectoria de Roberto Matta Echaurren (Santiago de Chile, 1911 - Civitavecchia, Italia, 2002) mediante más de un centenar de obras realizadas en lienzo y papel entre 1936 y 1998. La muestra, más que una retrospectiva, constituye un ejercicio de aproximación a la obra de Matta y su lugar en la historia del arte del siglo XX.

Gracias al propio discurso del artista y ante sus obras, se advierte que en ellas está presente su historia personal. Su presencia en París en 1937 determina la inclusión en el grupo surrealista: el estrecho contacto artístico y la amistad con artistas españoles como Alberto Sánchez, Esteban Francés, Joan Miró y Pablo Picasso, influye en su lenguaje pictórico y en las temáticas. Como ejemplo, la iconografía de la crucifixión a partir de Picasso genera múltiples obras a lo largo de su carrera, como To both of You (1937), Les Golgoteurs (1952-53) y L´alto, il basso, la sinistra, la destra del cuore (1971).

La exposición incluye un conjunto de obras sobre papel (1936-1945) en las que se advierte la consolidación de su lenguaje surrealista y en las que empieza a configurar su universo personal, situado en un plano cosmológico más que humano. Los primeros dibujos, dada su formación académica, revelan el peso de la arquitectura en el diseño espacial. Más tarde plantea composiciones sin apenas referencias espaciales y donde las figuras se someten a deformación continúa, aunque parten de volúmenes antropomórficos.

Los grandes formatos están presentes desde el inicio y Matta entiende el lienzo como esencia y escenario de sus visiones de una nueva raza humana. El uso de la pintura cobra sentido mágico, por sus fondos difuminados de colores vivos en Science, conscience et patience du vitreur (1944) o la serie Être Atout (1960). El artista prolonga esta idea hasta en sus últimos trabajos, como Les métaux fondus reviennent au feu de la terre (1988) o Youniverso (1998).

En referencia a su papel en la Historia del Arte, en los años treinta destaca su irrupción como una nueva vía del Surrealismo, basada en la práctica del Automatismo y el lenguaje abstracto-organicista, que se dirige hacia un expresionismo onírico. Por otro lado, Matta formula el principio de “morfología psicológica”, donde resume las nociones sobre las que fundamenta su práctica artística. De este modo declara, “llamo morfología psicológica al gráfico de las transformaciones debidas a la absorción y emisión de energías por parte del objeto desde su aspecto inicial hasta el final en el medio geodésico psicológico”.

La historiadora del arte y comisaria de exposiciones Josefina Alix recuerda en el catálogo de la muestra que Matta es el inspirador, en la sombra, de lo que debía haber sido el Tercer Manifiesto del Surrealismo. Al tiempo afirma que, gracias a la buena acogida de su obra a comienzos de los años cuarenta, Matta transmite las prácticas surrealistas a la comunidad artística neoyorquina. De este modo, jóvenes artistas como Robert Motherwell, William Baziotes, Jackson Pollock o Arshile Gorky, poco después irrumpen con un nuevo lenguaje, estilo y conciencia artística, que da lugar al Expresionismo Abstracto.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y Fundació Caixa Catalunya
Comisariado: 
Ana Beristáin
Itinerario: 

La Pedrera. Fundació Caixa de Catalunya, Barcelona (20 enero - 5 abril, 1999)

Artistas:
Folletos