Tras Artistas Españoles. Obras de los años 80 y 90 en las colecciones del Museo, se presenta ahora una exposición complementaria que reúne un conjunto de treinta y dos obras realizadas por artistas extranjeros, e incorporadas en los tres últimos años a la Colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía mediante adquisición, dación o donación. El denominador común de estas obras, con la excepción de los seis trabajos de Lucio Fontana y la obra de Barnett Newman, es que han sido realizadas en los años ochenta y noventa. De este modo, la exposición busca plantear esos puntos de contacto y conexión con aquellos movimientos internacionales con los que se pueden vincular los artistas españoles.
El Museo incrementa la presencia de artistas extranjeros ya consagrados como Donald Judd con la obra Untitled (Sin título), de 1992, Bruce Nauman o Barnett Newman con la pieza Perfil de luz (1967). Al tiempo, apuesta por jóvenes en los inicios de sus carreras, como es el caso de la artista belga Lili Dujourie y su obra El amanecer (1993), que se convertirá en crepúsculo.
El Museo Reina Sofía cumple así uno de los principales propósitos de su política de adquisiciones: contar con obras de artistas extranjeros de gran relevancia en el panorama artístico actual, como Anish Kapoor o Thomas Schütte. Al mismo tiempo, se pretende señalar aquellos nombres con los que los artistas españoles pueden ser vinculados y con los que comparten problemas materiales y conceptuales.
Las obras expuestas trazan un complejo horizonte creativo en el que destacan cuestiones derivadas de una labor crítica por parte de los artistas. El replanteamiento del arte, su función y su práctica, el contenido simbólico de materiales, los límites del cuadro, la materia de la escultura y las conquistas de la fotografía son algunas de las temáticas abordadas.
De este modo, se traza un recorrido que va desde la escultura monumental Sin título. Modelo para zanja, pozo y túnel (1978) de Nauman, al grabado al aguafuerte y aguatinta de Cilindro II (1992), a cargo de José Pedro Croft.
La exposición evidencia que, a través de las adquisiciones se quiere dar continuidad a la tradición minimalista, al incrementar la presencia de la escultura británica actual y apostar por la fotografía como soporte de nuevas narraciones, con obras de artistas como Cindy Sherman, Jan Fabre, Hamish Fulton e Ian Wallace.
