Rachel Whiteread

11 febrero - 21 abril, 1997 /
Palacio de Velázquez, Parque del Retiro, Madrid
Vista de sala de la exposición. Rachel Whiteread. One Hundred Spaces, 1997
Vista de sala de la exposición. Rachel Whiteread. One Hundred Spaces, 1997

El trabajo de Rachel Whiteread (Londres, 1963) reunido para esta exposición -veintidós obras y proyectos realizados entre 1988 y 1996- concentra e ilustra las tensiones de una época de revisión de las propuestas minimalistas y de conceptos históricos relevantes en la práctica escultórica, como es la idea de monumento.

Whiteread escoge la técnica del vaciado no tanto para construir, sino para materializar el vacío inherente y envolvente de los objetos de uso cotidiano. Así, aunque sus esculturas puedan remitir formalmente a las de artistas como Carl Andre, Donald Judd o Cabrita Reis, en lo conceptual trasciende la idea minimalista del elemento en serie y su vínculo simbólico con la esfera del objeto industrial. Del mismo modo, se distancia por la apreciación plástica de las calidades de los materiales, al emplear escayola, cemento, resina o caucho.

En cambio, Whiteread se encuentra más próxima a Bruce Nauman, al convertir la materialización del espacio vacío entre los objetos en la constante y propósito último de su trabajo, como ejemplifica en Cien espacios (1995), donde despliega de manera ordenada el hueco existente bajo el asiento de cien sillas, materializado con resinas de diferentes colores.

En 1993 se convierte en la primera mujer que gana el Premio Turner, con una polémica obra titulada House: una réplica exacta del “espacio interior” (como califica a sus vaciados) de una casa victoriana del barrio londinense del Est End, obra que fue demolida un año después. En esta exposición se presenta una selección de doce fotografías de John Davies sobre este proyecto. Whiteread desarrolla la idea de recreación en escayola de un interior doméstico años antes en Espectro (1990), en cuya superficie se advierte “la geografía que generó la obra”, pero en la que todo queda concretado en negativo, como apunta el comisario de la exposición, Michael Tarantino.

La escultura evidencia el propósito de Whiteread de subversión de los objetos y la escenificación del drama de la cotidianidad, donde cuestiona el acto de habitar. El resultado es que, ya sea la casa, la cama, el Armario (1988), la mesa (Mesa y silla transparente, 1991) o la bañera (Sin título. Baño y Sin título. Lavabo cuadrado, ambos de 1990), todos los elementos han perdido su función de uso.

Tanto el vaciado como la demolición implican la idea de ausencia, como ilustra su serie de fotografías Demolished (1996) sobre el derrumbe de edificios de viviendas. De este modo, constituye el fundamento de su trabajo el hacer visible lo que el poder de los objetos, la arquitectura o la especulación urbana devora: los espacios del habitar.

La exposición incluye la Maqueta para el Monumento al Holocausto en la Judenplatz de Viena (1995), encargo para el que apela a la memoria de la cultura, al presentar el negativo del volumen del interior de una biblioteca imaginada. En este caso, aúna historia, lugar y conmemoración, e insiste en que la lectura simbólica y conceptual se circunscribe al exterior.

Datos de la exposición

Organización: 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisariado: 
Michael Tarantino
Itinerario: 

Tate Gallery, Liverpool (14 septiembre, 1996 – 5 enero, 1997)

Artistas:
Rachel Whiteread