Estudio y restauración de tres piezas de Ángel Ferrant

Juegos de Ángel Ferrant en la exposición Playgrounds

Juegos de Ángel Ferrant en la exposición Playgrounds

Con motivo de la Exposición Playgrounds se depositan en el Museo tres obras de Ángel Ferrant correspondientes a un conjunto de juegos infantiles de madera que realizó para el Poblado Dirigido de Caño Roto (1957-63). Según Antonio Vázquez de Castro, uno de los arquitectos de dicho proyecto, Ángel Ferrant se interesó por la experiencia de los poblados dirigidos y quiso “hacer generosamente una aportación, cobrando lo que me cobren el carpintero y el cerrajero” y diseñó estos juegos.

Del conjunto de seis piezas, sólo se conservan estas tres, que son además las más significativas, escultóricamente hablando, las otras tres piezas desaparecidas que las complementaban tenían forma de L, U y Z. 

Estado de conservación

Los tres objetos están fabricados con piezas de madera de pino cajeadas y encoladas entre sí y reforzadas por pletinas de hierro atornilladas en sus cantos. Originalmente se impermeabilizaron impregnándolas con Creosota, un producto procedente del alquitrán actualmente prohibido por su toxicidad.

Tratamiento realizado

Se desmontaron todas las piezas que estaban fuertemente alabeadas para someterlas a un tratamiento de humectación, para lo cual permanecieron en una cámara de humedad controlada el tiempo necesario hasta  que recuperaron la flexibilidad, lo que permitió aplanarlas mediante presión constante. Esta presión se efectuó colocándolas entre dos papeles secantes, con el fin de retirar progresivamente el exceso de humedad, y dos paneles rígidos prensados entre sargentos o en prensa. Estos secantes se fueron cambiando diariamente hasta eliminar totalmente el exceso de humedad. Una vez aplanadas estas piezas se volvieron a encolar en su posición original.

En la pieza nº 1 el deterioro de algunas zonas de madera era tan grande que debieron de ser restituidas de nuevo. En zonas estructurales se hizo con piezas de madera y en zonas menos importantes se realizó con resina epoxídica (Araldit Madera). En esta misma pieza, que presentaba también muchas grietas, se insertaron chuletas del mismo tipo de madera que luego se tiñeron con nogalina y acuarelas para imitar el color de la madera original.

La limpieza en todas las piezas se llevó a cabo con esponja de látex vulcanizado retirando la suciedad superficial pero conservando su calidad de maderas antiguas.

En los componentes metálicos se retiró la oxidación superficial con medios mecánicos y se pensó en aplicar un tratamiento de protección que impidiese que se volviera a oxidar. Finalmente no se realizó porque dadas las condiciones atmosféricas del Museo es difícil que esto ocurra. Se han conservado los elementos metálicos originales incluidos los tornillos.