La intervención de Jean Nouvel

Hacia un museo del siglo XXI

Vista del Edificio Nouvel desde Ronda de Atocha

Vista del Edificio Nouvel desde Ronda de Atocha

Museo Reina Sofía, 2023

En las dos últimas décadas del siglo XX se produce una renovación en el ámbito de la arquitectura museística a raíz de las nuevas corrientes museológicas que defendían instituciones más modernas, versátiles, atractivas y abiertas a amplios sectores de la población. Este cambio de paradigma, encabezado por renombrados estudios de arquitectura como el suizo Herzog & de Meuron, responsable del proyecto de la Tate Modern de Londres, o el del canadiense Frank Gehry, autor del Museo Guggenheim Bilbao, estuvo a su vez ligado a procesos interconectados de renovación y gentrificación urbanas, y al auge del turismo cultural de masas. Como resultado, la arquitectura de estos nuevos museos y centros de arte pasó a ser un reclamo en sí misma. 

En este contexto, el Ministerio de Cultura convocó un concurso internacional para acometer la ampliación del Museo Reina Sofía en 1999, con el doble propósito de incrementar y modernizar sus instalaciones, y de situar a la institución en la escena internacional. La propuesta del arquitecto y diseñador Jean Nouvel (Fumel, Francia, 1945) se alzó como ganadora frente a los proyectos de once reconocidos estudios de arquitectura, tanto del ámbito nacional ―Mansilla + Tuñón Arquitectos (Madrid) o Cruz y Ortiz (Sevilla)― como internacional ―Dominique Perrault, Zaha Hadid o Tadao Ando―, entre otros.

Frente al carácter compacto del Edificio Sabatini, la intervención de Nouvel planteó tres edificaciones independientes destinadas a usos diferenciados: de una parte, biblioteca, librería, almacenes y oficinas; de otra, oficinas, salas de exposiciones y conexión interna con el Edificio Sabatini; y, por último, cafetería-restaurante, salas polivalentes y dos auditorios. Este último edificio, situado en el vértice que forman las otras dos edificaciones, destaca por sus grandes dimensiones, sus formas orgánicas y su vistoso color rojo.

La disposición de los tres edificios respeta a grandes rasgos el emplazamiento de los inmuebles preexistentes y da lugar a una nueva plaza triangular de carácter semipúblico, el Patio Nouvel, cuyo objetivo es dotar de un espacio abierto no solo al Museo sino también al cercano barrio de Lavapiés y a la Ronda de Atocha.

Vista del Edificio Nouvel desde la calle Argumosa

Vista del Edificio Nouvel desde la calle Argumosa

Museo Reina Sofía, 2023

Vista del Edificio Nouvel en la esquina entre Ronda de Atocha y la calle Argumosa

Vista del Edificio Nouvel en la esquina entre Ronda de Atocha y la calle Argumosa

Museo Reina Sofía, 2023

Vista del interior de la Biblioteca y Centro de Documentación

Vista del interior de la Biblioteca y Centro de Documentación

Museo Reina Sofía, 2023

Vista del Patio del Edificio Nouvel

Vista del Patio del Edificio Nouvel

Museo Reina Sofía, 2023

Además de por la mencionada plaza, estos tres edificios se conectan entre sí y con la fachada suroeste del Edificio Sabatini a través de pasarelas elevadas y una extensa terraza cuya cubierta perforada se extiende sobre la plaza y más allá del perímetro edificado en forma de pronunciado alero. El Patio Nouvel queda así parcialmente cubierto e iluminado por amplios huecos rectangulares.

Por su parte, la imponente cubierta, que se alinea con el antiguo hospital sin entrar en contacto con su cornisa, se construyó mediante un entramado de vigas, con aluminio lacado en color rojo y en sección decreciente a fin de aligerar su aspecto.

Inaugurada en junio de 2005, esta ampliación es conocida como Edificio Nouvel. Con ella se aumentó considerablemente la superficie del Museo, y se le dotó de una arquitectura icónica que, al igual que el Edificio Sabatini, plantea un reto para su conservación y mantenimiento.